El magnate Elon Musk reveló este domingo que su controvertido Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), creado para recortar gastos federales, se volvió chivo expiatorio por todos los recortes, reales o imaginarios.
Durante los 130 días que dirigió DOGE, Musk enfrentó la desconfianza de funcionarios que creían que impediría el pago de sus cheques, algo que él negó rotundamente.
Aunque el departamento fue desmantelado, sus acciones provocaron despidos masivos, eliminación de programas públicos y varias demandas. Musk defiende su gestión, pero reconoce el impacto que generó.