Una nueva piel artificial desarrollada por científicos de Cambridge y UCL está revolucionando la robótica: puede detectar presión, temperatura, dolor y múltiples puntos de contacto al mismo tiempo.
🧤 Fabricada con un gel flexible y económico, se adapta como un guante a manos robóticas, transformándolas en sensores inteligentes capaces de «sentir» el entorno casi como lo hacemos los humanos.
🔬 Esta tecnología abre la puerta a robots más sensibles, precisos y seguros para tareas complejas en medicina, asistencia y manufactura.
💡 La innovación no solo está en lo que siente, sino en cómo lo procesa: todo desde su superficie, sin necesidad de múltiples sensores separados.