El nuevo presidente de Corea del Sur, Lee Jae-myung, asumió el cargo este miércoles con un discurso enfocado en sanar divisiones internas, fortalecer la democracia y enfrentar los desafíos económicos y geopolíticos del país.
Durante su investidura, celebrada frente a la Asamblea Nacional en Seúl, Lee afirmó: “Seré el presidente de todos, que abrace y sirva a todo el pueblo”, en un mensaje que busca dejar atrás la polarización política que marcó los últimos meses.
El mandatario prometió adoptar una “diplomacia pragmática” que priorice los intereses nacionales, al tiempo que subrayó la necesidad de restaurar la confianza ciudadana en las instituciones democráticas.