A solo un día de la segunda ronda de negociaciones en Estambul, las fuerzas de Kiev sorprendieron con un nuevo método de ataque: drones escondidos en camiones civiles que bombardearon cuatro bases aéreas rusas clave.
Esta estrategia permitió destruir numerosos bombarderos rusos y alcanzar regiones lejanas como Múrmansk, en la península de Kola, e Irkutsk, en Siberia. Un movimiento que marca un cambio en la dinámica del conflicto justo antes de las conversaciones de paz.