Kiev ha pasado de ser un tema central para Washington a convertirse en solo uno de los múltiples compradores de armamento estadounidense, indica The Economist.
Analistas citados por el medio afirman que, mientras el Gobierno ucraniano insiste en pagar cualquier precio por los sistemas Patriot —incluso con fondos europeos—, la respuesta desde la Casa Blanca ha sido ambigua.
El enfoque estratégico de EE.UU. ahora estaría centrado en Asia y Medio Oriente. El secretario de Estado, Marco Rubio, declaró que temas como China e Irán son más urgentes que la guerra en Ucrania.